martes, 13 de agosto de 2019

Clase. 13 de agosto de 2019. El inicio de la biología molecular

El inicio de la biología molecular

Primera parte

Abrimos la clase de hoy con la pregunta elemental: ¿Qué significa biología molecular?

Surgen respuesta variadas como; el estudio de lo más pequeño, el estudio de las estructuras -claro, al menos la química se encarga de la estructura- el estudio microscópico; nos acercamos tentativamente con la biología.

Entonces caemos en cuenta que la biología molecular es un enlace de diferentes áreas de conocimiento, que se encuentran en el estudio mismo de la vida. Y de inmediato se manifiestan las Leyes de Mendel, respecto a la genética y herencia, con un aterrizaje en el siglo XIX; llega un antes y un después respecto al estudio de la biología. Este acontecimiento es equiparable a las Leyes de Newton, en lo que respecta a la física.
Fotografía 51

Un siglo después llega, Rosalind Franklin que para mayo de 1952, obtiene la fotografía 51, misma que muestra la estructura del DNA. Esta fotografía, es la base de los posteriores artículos de James Watson y Francis Crick.


Con esta propuesta, dentro de la biología nace un ¡BOOM!

El siglo XX, fue testigo de grandes acontecimientos en los avances científicos, tecnológicos y artísticos.

En este punto todo arranca, pensemos en una trenza de tres gajos; genética, bioquímica y biología celular se entrelazan para enunciar a la biología molecular.  Ante este panorama de diversas áreas del conocimiento, la biología molecular se cimienta en el estudio del DNA.

Aquí te dejamos un breve artículo en lo que respecta el surgimiento de la biología molecular.

Segunda parte

Momento dipolar
La siguiente pregunta a responder fue: ¿Qué pasaría sin una gota de agua? Nos mantenemos a partir de agua y sin ella caeríamos en un colapso ¿cierto? Entonces podemos aventurarnos a decir que ahí nace la vida.  

Pensemos en los momentos dipolares. Aquel momento de se mueve con lentitud y con rapidez, imagínalo, esto se da para establecer una comunicación constante y no perderla; se da una interacción.

Especulemos en el ir y venir de un objeto, muy parecido a cuando prestas algo a un amigo; es un préstamo, no un regalo. Esta situación pasa en los enlaces covalentes polares. Verás, existe el enlace covalente no polar, es decir que dos átomos tienen paridad de electrones, mientras que el enlace covalente polar, es cuando dos átomos no tienen paridad de electrones.

Puentes de hidrógeno 
Si no existiera esa comunicación constante, los puentes se caerían y posiblemente llegaría el caos. Como aquel objeto que le prestas a un amigo, si se rompe la comunicación, seguramente olviden ese préstamo, dando como resultado un inevitable caos. Son enlaces muy frágiles.

Ahora bien, los puentes de hidrógeno se caracterizan por su especificidad, resistencia y direccionalidad.

En este sentido, no dejemos de lado las fuerzas de Van der Waals, estas consisten en la atracción de los átomos; una atracción a distancia corta, ten en cuenta que este tipo de contacto se da en los tipos de moléculas polares y no polares. Esta fuerza es fundamental para lograr la estabilidad en la estructura de la proteína.



El componente básico de la proteína es el aminoácido; el pilar mismo de la vida.


Con todo lo anterior es momento de ir pensando en los ácidos nucleicos; qué son y de dónde vienen.
Ese tema, será menester de la siguiente sesión.


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